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Es importante establecer la rutina y el lugar para realizar los deberes. El espacio ideal para que los niños hagan sus deberes tiene que contar con buena luz, una mesa amplia y espaciosa donde poder trabajar y con todo el material disponible al alcance del niño, buena ventilación, un ambiente sin demasiada circulación de personas ni ruidos que puedan distraerlos. Lo ideal es que el lugar sea siempre el mismo, así el niño puede acostumbrarse al espacio y sentirse cómodo y en acción rápidamente. Si escogemos bien el lugar y está bien adecuado ayudaremos a los niños a que se concentren mejor.
Así mismo, el niño ha de tener asumido que los deberes son importantes y que se han de llevar hechos a la escuela, a veces esto es difícil de hacer entender pero los padres tienen la misión de explicar su importancia y las consecuencias de no llevar los deberes hechos a la escuela, si el niño no es capaz de entenderlo ha de saber que tendrá que responsabilizarse y tendrá que asumir su decisión delante del profesor.
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Aquí es donde los padres han de pasar a un segundo plano, no se trata de hacer los deberes con ellos sino que ellos hagan los deberes solos y los padres estén como soporte y ayuda para cuando sea necesario. Es importante que se pueda dar ayuda pero no respuesta, que les enseñemos a pensar. Si los padres no cumplen este papel los niños pierden la oportunidad de aprender a planificarse, a organizarse, a ser responsables y, por supuesto, a aprender los conocimientos que se requieren en la escuela para cada edad.
La ayuda de los padres se convierte en primordial y además ofrece un espacio donde fortalecer el vínculo con los hijos y conocer mejor las capacidades y debilidades de los niños y actuar en consecuencia si es necesario.
Es importante que los padres reconozcan el valor de los deberes tengan paciencia para ayudar a sus hijos, pero sin quitarles la responsabilidad por sus deberes.
Y por último es importante no olvidar mantener contacto con el profesor/a de nuestro hijos.A veces se obtienen más resultados si se premia a nuestro hijo por su esfuerzo, dedicación y por el cumplimiento de sus tareas que criticando su trabajo.