viernes, 6 de mayo de 2011

Problemas de concentración

Esencialmente, la concentración es la capacidad de centrar la atención en una tarea actual, mientras se bloquea la distracción o estímulos sin relación. Esto incluye sonidos insignificantes, entrada visual, y más importante, los pensamientos que vagan o inaplicables. Cuando la concentración está en los niveles óptimos, encontramos la tarea más fácil, recordamos con mayor prontitud, nos tomamos menos tiempo, y tendemos a incurrir en pocas equivocaciones. Buena parte del rendimiento escolar o laboral depende de la concentración. La falta de atención en los estudios desemboca en un rendimiento deficiente que puede corregirse con una aprendizaje adecuado. En este campo concreto los psicopedagogos aseguran que lo ideal es que desde pequeños los niños se acostumbren a estar concentrados en una tarea durante algunos minutos, para que al llegar a al universidad sean capaces de leer y estudiar varias horas seguidas. Para ello es muy importante ayudarles a crear un ambiente adecuado en el colegio y en casa.

Imagen por clspeace
A menudo, es difícil enfocar nuestra atención cuando el material es sin interés o complejo, cuando hay un cierto malestar físico, cuando hay una distracción emocional, o cuando hay distracciones auditivas o visuales. Los problemas de concentración del niño pueden también ser muestras tempranas de desordenes o inhabilidades de aprendizaje, y si es persistente o distrae el funcionamiento diario, sea evaluado por un profesional. El nivel sostenible de concentración de una persona es dependiente de una combinación de factores:
  1. esmero o dedicación con la tarea actual.
  2. interés en la tarea.
  3. capacidad y habilidad para realizar la tarea.
  4. estado emocional y físico saludable.
  5. ambiente apropiado con pocas distracciones.
Para poder centrarse en una actividad se necesita cierta motivación. Precisamente, la falta de motivación es otro factor que influye negativamente a la hora de conseguir un grado de concentración adecuado.

Sacar buenas notas es cuestión de esfuerzo y disciplina. EDUPLA, educación planificada, ofrece consejos a los padres para ayudar a sus hijos dirigidos a identificar las dificultades más frecuentes en el estudio y a poner en marcha las estrategias de intervención más adecuadas:

Imagen por shutterhacks
  1. Dificultad de planificación. Se produce cuando el niño estudia, pero no le dedica el tiempo necesario. En otros casos intenta estudiar en el último momento o se pasa horas, en consecuencia está más cansado y tiene impresión de que ha estudiado y esforzado cuando en realidad no ha sido así.La planificación se basa en determinar un horario diario para el estudio. Para un niño de Primaria , de media hora  a una hora, sería un tiempo razonable, mientras que para uno de Secundaria debería dedicar alrededor de una hora y media.
  2. Dificultad de memorización o fijación de contenidos. El proceso de aprendizaje implica entender lo que quiere asimilar y luego memorizarlo, y se realiza a través de la repetición de los contenidos. En estos casos, se mejora la atención y la concentración, usando reglas mnemotécnicas, y repasando el tema.
  3. Dificultad de atención y concentración. Ocurre cuando al niño le cuesta mucho concentrarse y ponerse a estudiar. Cualquier estímulo a su alrededor atrae su atención y pierde el tiempo. Para ayudarle es necesario eliminar los estímulos que puedan estar captando su atención mientras él estudia. Es recomendable que haga las tareas más difíciles cuando se encuentre más descansado, y que estudie a la misma hora todos los días. Es recomendable que intercale el estudio con momentos de descanso.
  4. Dificultad en la lectura. No presenta suficiente velocidad en la lectura ni en la comprensión de lo que se lee.. Presenta también dificultades para realizar textos con estructuras correctas y claras, posee tendencia a postergar las tareas. Lo mejor en este caso es que el niño empiece a leer en voz alta para adquirir una entonación correcta. Después es recomendable preguntar al niño acerca de las ideas más importantes en la lectura, y estimularle a buscar palabras desconocidas en el diccionario.
  5. Ansiedad ante los exámenes. El niño puede ser un buen estudiante pero el miedo a suspender le angustia y acaba por perder la confianza en si mismo. Para aliviar esta situación es conveniente, primero ayudar al niño explicándole lo que le pasa para que sepa que todo tiene remedio. Luego hay que enseñarle a desarrollar pensamientos positivos, centrando su atención en lo que tiene que hacer aquí y ahora, sin compararle con los demás. Y por último enseñarle a relajar.